viernes, 14 de diciembre de 2012

Pulp: La fiesta de la gente no tan común

Tras su exitoso paso por el Festival Primavera Fauna, llegaba el turno para que los británicos de Pulp se presentasen en un escenario mucho más íntimo y exclusivo. El recinto escogido para albergar el segundo show en Chile de los oriundos de Sheffield fue el Teatro La Cúpula del Parque O’Higgins, y los fanáticos no defraudaron, llegando desde muy temprano para asegurar una ubicación privilegiada cerca de sus ídolos. Aun faltando más de treinta minutos para el inicio del show, el lugar ya se encuentra repleto, con solo unas mínimas ubicaciones disponibles y con una atmósfera que mezcla nerviosismo y ansiedad.  
 
Desde todos los sectores del Teatro resuenan gritos y silbidos que buscan apurar la salida de la banda a escena, y la pista se encuentra convertida en un océano de emocionados fanáticos que cuentan los minutos para el inicio del show. Un haz de luz verde sale de lo alto del escenario, desplegando algunas frases que de inmediato cautivan a los espectadores, inclusive llegando a proyectar la imagen de un delfín que flota entre los asistentes. Las luces proyectan la pregunta: “¿Se acuerdan de la primera vez?”, una señal inequívoca de lo que se viene, y posteriormente se encienden una a una las letras que adornan el escenario con el nombre de la banda, para dar paso al ingreso de Jarvis Cocker y compañía, desatando la euforia de cada uno de los emocionados fanáticos, en un estruendo que durante un par de segundos amenaza con echar abajo la estructura del recinto.

Desde los primeros acordes de “Do You Remember The First Time?” se hizo evidente la estrecha conexión entre los nativos de Sheffield y sus seguidores, con una entrega incondicional y una intensidad que en ningún momento dejó de subir. Con el frontman bailando totalmente desinhibido, adornando su presentación con movimientos eróticos que los asistentes premias con gritos y pasajes que rozan el delirio. “Buenas noches, we are Pulp”, son las  palabras con que Jarvis Cocker comienza el dialogo con sus fanáticos, para posteriormente preguntar quien asistió al Primavera Fauna e indicar que tocarán otras canciones. En la melódica “Underwear”, todo el público canta al unísono, en donde resaltan los hermosos acordes del violín y el exótico baile del vocalista. El show sigue ganando en energía e intensidad, primero con la entretenida “Razzmatazz” que cuenta con el apoyo de las palmas de todo el recinto y las letras de Pulp que parpadean entre colores rojo y azul, y posteriormente con la sensible “A Little Soul”, en donde todos aplauden en perfecta comunión.

 
Los hermosos y brillantes haces de luz verde vuelven a llenar cada rincón del recinto, y el cantante toma su guitarra acústica para interpretar el tema “Sorted For E’s & Wizz”, de corte mucho más relajado y melódico, que el público disfruta en profunda introspección. Las luces se mantienen en el comienzo de “Sheffield: Sex City”, en donde Cocker muestra su lado más teatral acercando sus manos a sus fanáticos y tirándose al suelo, mientras resuenan las hermosas secuencias del bajo de Steve Mackey. Llega el turno de “She's A Lady”, una canción que según el propio vocalista no tocan muy a menudo, lo que casi en un acto reflejo causa la ovación de cada una de las almas que llenan el recinto. La complicidad no se hace esperar y las precisas secuencias del teclado de Candida Doyle llenan de energía la pista. Al final de la interpretación de “Lipgloss” cae al escenario un lápiz labial que Jarvis no tiene problema en probar, y acto seguido cae una tira de dulces que el frontman mira con extrañeza, sin poder identificarlos, indicando que lo dejará para después. Para cuando comienza a sonar “Like A Friend” todo el recinto apoya con las voces, hasta cuando llega el momento de que el ritmo se acelera, ocasionando una explosión de energía, dinamismo y vitalidad, que se percibe en cada rincón del teatro. El vocalista de despoja de su chaqueta, alegando que el ambiente esta “caliente, muy caliente”, lo que es bien recibido por el público femenino. Los primeros acordes de la guitarra de Mark Webber para el tema “Babies” hacen que los fanáticos enloquezcan, bailando al compás de la música y mostrándose extremadamente participativos.

Para cuando llega el turno de “Party Hard”, Jarvis Cocker tomó el megáfono, y fiel a su estilo distendido comenzó a imitar a un oficial de policía, provocando las risas entre los asistentes. El sonido continúa estando muy bien logrado, salvo algunas pequeñas secuencias donde los instrumentos presentan algunos atisbos de saturación, pero que pasan prácticamente desapercibidos. Cuando llega el turno de “This Is Hardcore”, se viven algunos segundos de tensión, ya que el alocado vocalista decide subirse sobre unos amplificadores ubicados al borde del escenario, por suerte, sin consecuencias negativas. Los tintes oscuros y melancólicos de la canción, reciben el apoyo vocal de los asistentes, llenando de emoción y sentimiento la interpretación. La delicada melodía de “Sunrise” enciende el recinto, en donde el cantante vuelve a tocar la guitarra acústica y donde dos desagradables acoples amenazan con ensuciar la pieza, que de la mano de un incremento en su intensidad logra superar el obstáculo, motivando al público a acompañar con las palmas. En “59, Lyndhurst Grove”, el sonido del sintetizador se transforma en el único acompañante del vocalista, para posteriormente incorporarse hermosas secuencias de cuerdas y el teclado que toca el mismo Jarvis.
 
La entrega de una bandera chilena al frontman se convierte en la génesis de uno de los momentos más memorables de la jornada, tomándose un tiempo razonable para colgársela como capa, y hacer comparaciones con personajes tan disimiles como Batman y Freddy Mercury. Solo bastan un par de segundos de “Common People” para que el recinto se convierta en una caldera, con todo el público saltando y coreando cada una de las líneas de la canción, configurando un perfecto trance colectivo, en donde cada uno de los cuerpos danza al compás de la música. La banda se retira del escenario, y de inmediato comienzan los cánticos y silbidos solicitando el retorno de Pulp, los cuales se extienden por varios segundos sin tener recompensa. Finalmente, los músicos aparecen en escena, entre ellos Jarvis que le entrega un vaso con agua a alguien del público.

El vocalista pregunta “¿quieren bailar?”, y un rotundo “si” resuena en cada rincón del recinto, que de la mano del característico riff de Mark Webber marcan el comienzo de “Disco 2000”, en donde los fanáticos no escatiman en energía, saltando y cantando durante toda la interpretación, donde también se hacen presente las palmas. El show continúa con “Mile End”, canción perteneciente a la banda sonora de la película “Trainspotting”, en donde el cantante baile exóticamente, moviendo insistentemente el trasero hacía el público, y que recibe una lluvia de aplausos como muestra de gratitud. Jarvis Cocker vuelve a tomar los dulces que le regalaron al principio del concierto, indicando que parecen drogas y que ellos no son una banda psicodélica, pero que quizás después en el hotel lo probará. Ya acercándose al final de la presentación suena “Bad Cover Version”, en donde destacan unas pequeñas maracas que caen el escenario y que el vocalista incorpora como parte del arreglo. La última canción de la velada es “Mis-Shapes”, en donde tal como ha sido la tónica a lo largo de todo el show, el público se hace cómplice del tema, bailando y cantando, al ritmo desenfrenado de Cocker y las luces que se proyectan desde el escenario. Llega el triste momento de la despedida, en donde el vocalista se encarga de apuntar a cada uno de los músicos para que el público los premie con aplausos y una cerrada ovación, para posteriormente perderse tras bastidores, tras la mirada ingenua de sus fanáticos, que fácilmente podrían haber seguido bailando toda la noche al ritmo incesante de Pulp.
 
No había forma de que este show no fuese un total éxito, con una banda que ha paseado su talento y calidad por los mejores escenarios del mundo, un público totalmente entregado y compenetrado con el espectáculo, y uno de los mejores repertorios del britpop, solo sería un trámite convertir todos estos factores en una presentación que quedará grabada para siempre en el inconsciente de cada uno de los 2000 fanáticos que tuvieron el privilegio de formar parte de esta fiesta exclusiva, reservada solo para gente no tan común. Pulp, más que la figura excluyente del carismático y excéntrico Jarvis Cocker, es por sobretodo, una de las mejores bandas que ha dado a luz el Reino Unido, y así quedó en evidencia en esta calurosa noche de Noviembre, donde en base a un show solido y bien estructurado, lograron que todo un teatro se rindiera a sus pies.  

Setlist

1. Do You Remember The First Time?
2. Underwear
3. Razzmatazz
4. A Little Soul
5. Sorted For E’s & Wizz
6. Sheffield: Sex City
7. She's A Lady
8. Lipgloss
9. Like A Friend
10. Babies
11. Party Hard
12. This Is Hardcore
13. Sunrise
14. 59, Lyndhurst Grove
15. Common People
16. Disco 2000
17. Mile End
18. Bad Cover Version
19. Mis-Shapes

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