Hace una década se hacía difícil creer que alguna vez tendríamos
el privilegio de ver en vivo a Creed, una de las bandas más exitosas de finales
de los noventa, que de la mano de un estilo que evolucionó del grunge supo ganarse un espacio en el
universo del rock, vendiendo más de treinta millones de álbumes en todo el
mundo. Una carrera plagada de conflictos y escándalos presagiaban un temprano
final para esta prospera agrupación, el cual se hizo efectivo a mediados de 2003,
sepultando las esperanzas de todos los fanáticos que soñaban con ser testigos
de un show de los oriundos de Tallahassee, Florida. Sin embargo, no todo estaba
perdido, en 2009 se anunció la reunión de Creed, con sus cuatro miembros
fundadores, lo que se ratificó con la edición de su cuarto álbum de estudio “Full
Circle” (2009), y una posterior gira de promoción.
Este 28 de Noviembre, Creed aterrizará por primera vez en
nuestro país, para pagar la deuda pendiente con sus fanáticos chilenos,
presentándose en el acogedor escenario del Teatro Caupolicán en una jornada que
promete ser memorable y donde sin duda sonarán con fuerza sus mayores éxitos,
tales como: “With Arms Wide Open”, “My Sacrifice,” y “One Last Breath”.
Creed es una de esas bandas que a lo largo de su carrera
le ha tocado transitar por caminos pedregosos, y uno de los grandes
responsables de esto es su líder y vocalista, Scott Stapp, quien ha llevado al
límite su estigma de rockstar, acostumbrándose
a hacer noticia por escándalos y excesos, más que por temas netamente
musicales. El cantante, ahora mucho más tranquilo y refugiado en el
cristianismo, tiene a su haber una no despreciable serie de vergonzosas
anécdotas, algunas de las cuales repasaremos a continuación.
El polémico video
de Scott Stapp y Kid Rock
En 2006 se hizo público un video casero de Scott Stapp y
Kid Rock, en donde aparecen practicando sexo oral con cuatro mujeres en la casa
rodante del rapero. El material habría sido grabado por Stapp en 1999, durante
una gira en Miami y las protagonistas femeninas corresponderían a strippers
contratadas especialmente para la ocasión. La polémico se gatilló cuando una de
las muchachas involucradas, que se identificó como “la estrella femenina”
interpuso una demanda en contra de la productora Red Light District y el
vocalista de Creed, alegando la utilización del video intimo para promover su
no muy exitoso álbum solista “The Great Divide” (2005), lo que correspondería a
un acto de invasión a la privacidad.
“No quiero ser
asociado a todos esos idiotas que tienen vídeos sexuales, por eso es que nunca he tenido una cámara de vídeo. Si supe
que se estaba grabando el momento; debo de
haberlo sabido. Aunque, te garantizo que no estaba sobrio”.
(Declaraciones de Kid Rock respecto al polémico video)
El abogado de Red Light District declaró que no habría
sido Stapp quien les entregó el material audiovisual, sino que fue una tercera
persona, cuya identidad no sería revelada por motivos de confidencialidad,
además, según el jurista, los cargos asociados serían muy difíciles de probar,
ya que la muchacha en todo momento estuvo consciente que estaba siendo grabado
y participó libremente de la actividad. Por su parte, Kid Rock arremetió en
contra del líder de Creed, sindicándolo como responsable directo del extravío
de la cinta, ya que la única copia de la cinta estuvo siempre en su poder. Tras
un breve proceso legal, el rapero consiguió una orden judicial para impedir la
distribución y comercialización del lúdico video.
Un triste
espectáculo
El 29 de Diciembre de 2002 de seguro no es una fecha que
llene de orgullo a los miembros de Creed, ya que ese día, durante un concierto
en el Allstate Arena de Chicago, se vivió uno de los espectáculos más tristes y
vergonzosos en la carrera de la banda. Según declaraciones de los asistentes,
el vocalista Scott Stapp se presentó en un estado tan deplorable a causa del
evidente abuso de drogas y medicinas, que habría olvidado la mayoría de las
letras de las canciones, dedicándose solo a rodar por el suelo, abandonando
constantemente el escenario, para volver siempre en peores condiciones y con la
mirada desorientada. Según el frontman,
todo lo vivido se trataba de “teatro de
rock” y que era un gesto por el cual el público debiese estar agradecido.
Algunos de los fanáticos no dejaron pasar por alto este
bochornoso incidente, llegando inclusive a demandar a la banda por el precio de
los tickets y el valor del estacionamiento, alegando que las condiciones del
vocalista no eran las adecuadas para ofrecer un concierto. La demanda fue
rechazada por la corte y la banda ofreció disculpas públicas por la calidad del
evento, pero sin referirse a la posibilidad de devolver el dinero de las
entradas. Este episodio habría sido el principal detonante de la disolución de
Creed el 14 de Julio de 2003.
Si buscas problemas,
los encuentras
Una de las lecciones que ha aprendido Scott Stapp a lo
largo de su trayectoria es que si buscas problemas, seguramente los vas a
encontrar, y los encargados de enseñarle este valioso axioma fueron tres
miembros de la banda norteamericana 311: Doug Martínez, Chad Sexton y P-Nut.
Todo sucedió en el restaurant del Hotel Harbor Court de Baltimore, en donde los
músicos cenaban junto a sus esposas mientras veían un partido de baloncesto de
Los Angeles Lakers, cuando irrumpió en el lugar un particularmente enardecido
Stapp, que en una primera instancia se sentó en la barra a beber whisky.
Posteriormente, comenzó a discutir con los camareros, asegurándose que todos notarán
su presencia, llegando incluso a romper un vaso contra la barra, el que estalló
en varios pedazos ante la mirada atónita de los clientes.
Todo se complicó cuando el vocalista se percató de la
presencia de los integrantes de 311, y se acercó errático a la mesa para expresarles
su admiración y fanatismo, gesto que fue recibido de buena forma, pero con un
cierto grado de indiferencia. Como si todo esto no fuese suficiente y en un
claro afán por llamar la atención, Stapp se sentó junto a la banda y comenzó a
comer de los platos que estaban servidos. Todo se complicó cuando el cantante
insultó a la esposa de Martínez y rehusó disculparse ante la solicitud del vocalista
de 311, muy por el contrario, se mostró desafiante y agresivo, lo que tuvo como
respuesta lógica un golpe en el rostro por parte de Martínez, acción que lo
arrojó al suelo y que aprovecho el baterista Chad Sexton para propinarle una
buena dosis de golpes para controlarlo.
“Te aseguro que no
había estado en una pelea desde probablemente tercer grado, así que todo fue
bastante surrealista. Se salió de madre. Scott estaba furioso. Y nosotros
también, tratando de
reducirlo. Estaba preocupado por él…Pero al menos los Lakers ganaron”.
(Doug Martínez, vocalista de 311, explicando el
incidente)
Todo acabó cuando intervino personal de seguridad del
hotel, y posteriormente la policía de Baltimore, quienes obligaron a Stapp a
abandonar el recinto. Si bien es cierto nadie presentó cargos, los más
damnificados fueron los miembros de 311, ya que Martínez sufrió la fractura de
un hueso de la mano derecha, mientras que el bajista P-Nut terminó con un corte
en el rostro. La banda, a través de un comunicado en su página oficial explicó
los acontecimientos, indicando que Scott Stapp estaba buscando pelea y que eso
fue precisamente lo que consiguió.
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