martes, 3 de julio de 2012

Jim Morrison: La Leyenda

Oficialmente hoy se cumplen 41 años de la muerte del legendario Jim Morrison, pero a pesar de todo el tiempo que ha transcurrido desde aquella fatídica madrugada del 03 de Julio de 1971, todavía no se tiene claridad respecto a los verdaderos hechos que rodearon la muerte del vocalista de The Doors, inclusive, los más escépticos aun creen que todo correspondería a un montaje y que el Rey Lagarto todavía estaría con vida.

Una figura que trasciende

James Douglas Morrison, más conocido como Jim Morrison, nació en la ciudad de Melbourne, nunca tuvo una residencia fija debido a la carrera militar de su padre, que lo obligaba a vivir en varias ciudades de Estados Unidos. Cuenta la leyenda que a la edad de cuatro años, mientras viajaba por Nuevo México junto a su familia, habrían pasado junto a un camión accidentado donde yacían varios cuerpos de indios navajos, tomando posesión de su cuerpo el fantasma del chaman de la tribu. Desde muy joven comenzó a incursionar en lo que sería su primera pasión: la poesía (años más tarde algunos poemas terminarían convirtiéndose en canciones de The Doors), haciéndose también aficionado a la literatura. A los 19 años se fue de su hogar, entró a estudiar en la Universidad Estatal de La Florida y posteriormente estudiaría cine en la Universidad de California en Los Ángeles.


En 1965, tras graduarse de la Universidad, tuvo un encuentro con su ex-compañero de clases Ray Manzarek (perteneciente a la banda Rick And The Raven), quien le ofreció la oportunidad de formar una nueva agrupación. Jim Morrison vio esta alternativa como una forma de difundir su poesía, y es así como junto a Robby Krieger en la guitarra y John Densmore en la batería (ambos provenientes del grupo The Psychedelic Rangers), además del propio Manzarek en los teclados, formaron una de las bandas más exitosas e influyentes en la historia del rock: The Doors, con quienes editó seis álbumes de estudio entre 1967 y 1971.

Jim Morrison se apodaba a sí mismo como "Mr. Mojo Risin" (un anagrama de su nombre), y también fue conocido como el Rey Lagarto, nombre que se desprende de su poema "The Celebration Of The Lizard", que se incluyó en la cubierta del álbum "Waiting For The Sun" (1968). Tal ha sido la trascendencia de The Doors y principalmente de la figura de Morrison, que en el año 1990, el director Oliver Stone llevó al cine la historia de la banda en la película “The Doors”, protagonizada por Val Kilmer en el papel de Jim Morrison.

Las incógnitas que rodean la muerte del Rey Lagarto

El acta de defunción indica que Jim Morrison falleció de un paro cardíaco en la bañera de su departamento en el Barrio del Marais en París, Francia, donde vivía junto a su pareja de los últimos cinco años: Pamela Courson, quien fue la última persona en verlo con vida. Se cree que su accidente fue provocado por la mezcla de medicamentos contra el asma y alcohol, que el artista habría ingerido la noche anterior. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio Père-Lachaise de Paris, transformando su tumba en lugar de peregrinación para sus fanáticos. El epitafio de la lápida de Jim Morrison está escrito en griego antiguo y en neo-helénico, teniendo dos traducciones posibles: “Al espíritu divino que llevaba en su interior” y “Cada uno es dueño de los demonios que lleva dentro”.


Sin embargo con el paso de los años comenzaron a surgir otras versiones respecto a la muerte del frontman. La primera de ellas llega en Abril de 1991, cuando Alain Ronay (amigo de Jim Morrison, al que Pamela habría llamado al momento de encontrar el cuerpo sin vida del cantante), indicó que ella le comentó que la noche anterior estuvieron escuchando algunos discos de The Doors y que Jim habría consumido algo de heroína hasta quedarse dormido. Más tarde se habría levantado, vomitando sangre en varias ocasiones, e indicándole que tomaría un baño caliente para sentirse mejor. Esta versión es poco creíble, ya que a pesar que se sabe que Jim Morrison consumía una gran variedad de drogas (cocaína, cannabis, LSD, etc.), jamás en su vida se inyectó heroína, principalmente porque tenía diagnosticada una fobia a las agujas. Además, ni la policía, ni Max Vassille (médico que revisó el cuerpo), dejaron nota alguna que pudiese llegar a suponer algún síntoma de sobredosis.

Otra versión llega de la mano de Sam Bernett, gerente del club nocturno Rock and Roll Circus (lugar constantemente frecuentado por el cantante y otros artistas), quien en el 2006 publicó el libro “The End” en donde describe los últimos minutos de vida de Jim Morrison, asegurando que su deceso se habría producido en los baños del club a causa de una sobredosis. Según su relato, la noche del 02 de Julio de 1971, Jim habría comprado una dosis de heroína para Pamela Courson, y que tras una fuerte sesión se vodka y cerveza habría desaparecido en los baños del recinto. Al cabo de un rato, Barnett notó la ausencia del artista, iniciando su búsqueda junto al encargado de seguridad, quien derribó la puerta del baño encontrándolo “inconsciente” con la cabeza entre las rodillas y los brazos caídos, además habría tenido sangre en la nariz y espuma en la boca. Esta versión también indica que habrían sido los mismos traficantes que le vendieron la droga, quienes tomaron su cuerpo y lo sacaron por una trasera de los vestuarios.


También existen versiones más optimistas que hablan de la posibilidad de que el Rey Lagarto todavía se encuentre con vida. Según estos rumores Jim Morrison habría simulado su propia muerte para salir de la luz pública e irse a vivir de incognito a un lugar paradisiaco. Inclusive algunos de sus ex-compañeros de The Doors han ayudado a alimentar esta posibilidad, tal es el caso del tecladista Ray Manzarek quien  habría dicho en un par de entrevistas que en más de alguna ocasión se ha cuestionado si la muerte de Jim fue solo una farsa bien elaborada. Un año antes de su muerte, el vocalista le habría mostrado un folleto de las Islas Seychelles y le habría dicho: “¿No sería el lugar perfecto para escapar si todos pensarán que estás muerto?”. Obviamente en ese momento no le prestó demasiada atención.

“Si existe un tipo capaz de escenificar su propia muerte – creando un certificado de muerte ridículo y pagando a un doctor francés – y poniendo un saco de ciento cincuenta libras dentro del ataúd y desaparecer a alguna parte de este planeta – África, quien sabe – ese tipo es Jim Morrison. Él sí sería capaz de llevar todo esto a buen puerto”.
(Ray Manzarek – Tecladista The Doors)

Tal como ha sucedido con otros grandes artistas de la historia del rock, como por ejemplo Elvis Presley, son muchas las personas que aseguran ser testigos de que Jim Morrison se encuentra con vida, algunos indican que vive en Argentina, otros están convencidos de haberlo visto en las calles de Los Ángeles vistiendo su clásico atuendo negro, y otros más centrados, aseguran que el artista estaría escondido para evitar las posibles consecuencias del juicio que se llevaba en su contra en Miami, por enseñar su pene al público durante un concierto en Florida. Lo más probable es que nunca se conozca la verdad tras la “supuesta” muerte de este ícono del rock, pero lo realmente cierto, es que su legado es mucho más fuerte que los rumores y que su figura seguirá viviendo en todos los que disfrutamos y apreciamos de su arte.

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